Acosada por miles de miradas,
Con los focos iluminando la pasarela
Buscando siempre el paso firme,
Sin inquietarse por lo que piensa,
Aunque sabe que al final del desfile,
Ellos son los que deciden…
Si estas calificada, te dicen: “vos sos la indicada”,
Y si no vales la pena, bienvenida a la arena.
Siempre esta la duda de volver a la miseria,
Al pasado brutal,
Ese donde lloraba mama y te abusaba papa
Y no, no lo podrías soportar, es hora de dejarse de tragar,
Y salir otra vez a marchar,
Caminar en linea recta cual petulante militar,
Por ese coladero blanco, que no parece acabar
Mirando hacia el frente, con los ojos en alto,
Fijos hacia ningún lugar, como escalando un glaciar,
O como corriendo en el fango, o como cual pobre pisa el asfalto,
Ya nada importa, todo puede matar en la carrera del mas apto
Solo rezas que en este día no se te de por trastabillar
El dolor de los tacos, que al principio te solía aquejar,
Ahora es lo de menos, ya que vives con el miedo,
De cual sera la pisada que se convierta en tu final…
Y ese momento llegó, el día en que tu tobillo se torció,
La caída fue efímera y eterna a la vez,
Y como en un flash tu mente revivo el sufrimiento de tu niñez
Pero ya nada importaba, la gravedad su promesa cumplió…
En el camarín tras algunas horas de llanto,
Tu cuerpo sin vida encontraron ahorcado con las prendas que tanto te ataron,
Esta vez vistieron tu cuello y el aire que te daba la única esperanza,
De que quizás un día, si la suerte quería, te irías lejos para nunca volver,
Y sucedió, sucedió esta vez,
La vida con sus trucos te liberó de ese destino tan cruel.
Y sin mas preámbulo, a la siguiente semana,
una nueva princesa fue clonada,
Seducida, abducida, quizá secuestrada
Por las cadenas de las empresas de moda,
Que en sus viles remesas, ejércitos de princesas clones son fabricadas.
ALEJANDRO SERRA© DERECHOS RESERVADOS